La Dra. Zemba desvela cómo cuidar tu piel e inmunidad con microinmunoterapia

Solemos pensar en la piel como una simple barrera física que nos protege del exterior. Pero la realidad va más allá: la piel es un ecosistema complejo con un sistema inmunitario propio, el sistema inmunitario cutáneo. Este no solo interactúa con la microbiota, sino también con nuestras defensas naturales, por lo que es clave para evitar la entrada o reactivación de virus como el herpes simple, el papiloma virus o la varicela.

En el podcast de Farmacia Coliseum, la Dra. Cristina Zemba ha hablado sobre cómo el cuidado de la piel no puede desligarse del equilibrio inmunitario. A menudo nos centramos en los síntomas visibles—sequedad, irritación, infecciones recurrentes—sin prestar atención a lo que sucede en nuestro interior. Una piel seca permite tanto la entrada de patógenos como la salida de agua, por lo que mantener niveles adecuados de hidratación y de ácidos grasos (ceramidas, colesterol…) es esencial para que las células de la piel funcionen correctamente y nos protejan.

Sin embargo, fortalecer el conjunto del sistema inmunitario puede marcar la diferencia en la salud cutánea a largo plazo. Tal y como se comenta durante la entrevista, existe un eje intestino-piel-cerebro en el cual todo se relaciona entre sí, se mandan señales de una parte a otra. Lo que pueda estar pasando en el cerebro, puede afectar a la piel o intestino, y viceversa. Tanto es así que factores como el estrés, la alimentación, el ejercicio físico y el descanso pueden afectar al equilibrio del sistema inmunitario y, por ende, a la piel. Una dieta inadecuada o el estrés prolongado pueden alterar la microbiota intestinal, lo que a su vez puede manifestarse en problemas cutáneos como dermatitis o acné.

Optar por terapias como la microinmunoterapia puede influir positivamente tanto en el bienestar general como en la salud de la piel. Lo que busca la microinmunoterapia, explica la doctora, es modular las reacciones inmunitarias para que el sistema inmunitario pueda tener bajo control a los virus y que no se reactiven tan fácilmente. Lo hace a través de sustancias propias de nuestro cuerpo y en dosis bajas y muy bajas, explicando así la buena tolerabilidad de los tratamientos. Además, puede usarse tanto en el tratamiento como en la prevención.

Con un enfoque integral que combina el cuidado de la barrera cutánea, el equilibrio de la microbiota y la regulación inmunitaria, es posible optimizar la salud de la piel y reforzar las defensas del organismo.

Ver la entrevista completa ⬇️

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